Hola chicos!
Como lo prometido es deuda, aquí está la receta de estos tiernos rollitos de canela. Ummmm…. ¡Riquísimos! Eso si, es una receta entretenida de hacer, pero vale la pena cuando les hincas el diente.
Tomad nota de los ingredientes:
350 gr. de harina
5 gr de levadura seca de panadero
125 ml de leche
35 gr. de mantequilla
35 gr de azúcar
Una pizca de sal
2 huevos
Para el relleno:
80 gr de azúcar moreno
30 gr de harina
50 gr de mantequilla fría
2 cucharaditas de canela
Para el glaseado:
60 gr de azúcar glas
3 cucharadas de nata líquida
Colorante rosa
Empezamos calentado en un cazo la leche, la mantequilla, la sal y el azúcar. Removemos hasta que se derrita por completo la mantequilla.
Teniendo en cuenta que la leche no tiene que hervir, este paso sólo es para que se derrita la mantequilla y se mezclen bien los ingredientes.
Pasamos la leche al bol de la batidora, añadimos la mitad de la harina y toda la levadura. Batimos a velocidad baja hasta que se mezclen los ingredientes.
Incorporamos los huevos uno a uno, batiendo a velocidad baja. Cuando terminemos de incorporarlos y estén mezclados, batimos un par de minutos a velocidad alta, hasta conseguir una crema sin grumos.
Añadimos el resto de harina y cambiamos las varillas por la pala. Después de 5 minutos a velocidad máxima tendremos una masa
elástica y no pegajosa. También se puede amasar a mano.
Ponemos la masa en un bol grande, lo tapamos con papel film, lo cubrimos con un trapo y lo dejamos en un lugar que no haga frío. La masa tardará en doblar su volumen entre hora y media a dos horas, más o menos. Con este calor, nos levó en una hora.
Mientras la masa leva, preparamos el relleno.
Podéis hacer trocitos pequeños la mantequilla fría para que cueste menos mezclarla.
En un bol añadimos todos los ingredientes y los mezclamos con un tenedor hasta que esté uniforme. Reservamos en un lugar fresquito.
Aplastamos con las manos la masa para que expulse el aire. Y la dejamos reposar otros 10 minutos.
Antes de que se nos olvide, precalentamos el horno a 190 º C.
Sobre la encimera, colocamos papel vegetal y lo enharinamos para que no
se pegue la masa y sea más fácil manejarla. Ahora viene lo más dificil, o al menos lo que peor se nos da a nosotras, intentar conseguir que al estirarla, nos quede rectangular.
A la hora de estirar la masa, si notáis que el rodillo se pega, enharinarlo un poco.
Repartimos el relleno por toda la superficie con la ayuda de una espátula y empezamos a enrollar la masa.
Al empezar a enrollarla, lo más fácil es que la primera vuelta os ayudéis con el papel vegetal, así no se romperá la masa, podréis apretarla más para que se pegue bien y no quede aire dentro. Cuando terminemos de enrollarla, en el extremo que queda, lo pintamos con un pincel de silicona con un poco de nata líquida, así se quedará el borde pegado.
Con un cuchillo que corte bien, realizamos cortes de un centímetro y medio aproximadamente de grosor. En la imagen de abajo podéis observar las vueltas de la masa.
Colocamos papel vegetal sobre la bandeja de horno y empezamos a colocar los rollitos de canela, dejando separación entre ellos para que no se peguen cuando crezcan. Para está entrada les hemos dado forma de corazón y los hemos pinchado con un palito o stick para cake pop. Si los vais ha realizar con esta forma, lo mejor es que el palito lo pongáis donde está el pliegue de la masa, así os aseguráis que no se separará al hornearlo, también tenéis que marcar la parte de arriba del corazón bien, o si os resulta más fácil, podéis doblar el rollito de canela a la mitad y pegarlo con la nata líquida, así también os quedará con forma de corazón y saldrá más parecido a la forma de una palmera de hojaldre.
Horneamos a 190 º C, con calor por arriba y por abajo durante 25 – 30 minutos. Si tenéis
ventilador tened en cuenta que será menos tiempo de horneado. Con este grosor, los horneamos a 190 º C, en la altura media, con ventilador y tardaron
15 minutos.
Mientras se hornean preparamos el glaseado.
En la fotografía de los ingredientes para el glaseado, (la de la derecha) observáis que hay dos cuencos con nata líquida, a uno de ellos le vamos a añadir colorante rosa y el otro será un glaseado normal, blanco. La realización del glaseado es igual para los dos casos, la única diferencia es la gotita de colorante rosa.
Añadimos en el bol de la nata, el azúcar glas tamizado y removemos hasta que quede la mezcla homógenea. Si os queda demasiado espesa podéis añadir unas gotitas de agua.
Cuando esté listo el glaseado, cubrir los rollitos completamente, o bien, los podéis decorar con unas líneas. Las líneas las podéis realizar con una cuchara, o como mejor os apañéis.
Para esta entrada, bañamos la mitad con glaseado rosa, y la otra mitad con glaseado blanco, y los decoramos con una líneas, con el color diferente al del glaseado base.
¿Que os parece el resultado?
Esperamos que os animéis a hacer esta receta y ¡nos mandéis vuestras fotos!
Gracias por seguirnos. ¡Hasta la próxima!
Have a sweet day