Red Velvet CheeseCake
Buenos días,
madre mía que calor estamos teniendo estos días. Ya llega la temporada en la que solo apetecen helados y cositas frescas, y nada de encender el horno. Pero con esta receta no os vais a poder resistir… es un experimento que no os voy a engañar, no tenía muy claro cual iba a ser el resultado, ya que he hecho una mezcla de dos tartas muy distintas en una. Se trata de una red velvet cheesecake, si, por un lado he utilizado un preparado para bizcochos red velvet y por otro he hecho una cheesecake al horno, y todo junto ha sido una mezcla de lo más interesante.
Los ingredientes que he utilizado para el bizcocho red velvet son:
preparado red velvet (500 gr)
3 huevos
100 ml aceite
200 ml de leche
Para la cheesecake he necesitado:
200 gr de queso para untar
250 gr de yogur natural
150 gr de azúcar
30 gr de maicena
2 huevos
Ahora os voy a contar como lo hice. Lo primero es precalentar el horno, a 180º.
En un bol ponemos el preparado de red velvet, en el envase te indica los ingredientes que se necesitan y las cantidades en función del tamaño de molde que uséis. Añadimos el resto de ingredientes, es decir, el agua, el aceite y los huevos. Veréis que en cuanto el preparado entra en contacto con los líquidos se pone de color rojo.
Removemos con unas varillas hasta que todos los ingredientes estén integrados, y ya tenemos lista la masa de red velvet, la verdad que estos preparados son una maravilla, rápidos y dan buenos resultados. Si queréis un tono de rojo más intenso podeis añadir colorante rojo en pasta, también podéis añadir aroma en pasta red velvet o la emulsión.
Engrasamos el molde con spray desmoldante y vertemos la masa.
Vamos con el cheesecake. En un bol ponemos el queso y añadimos el yogur. Añadimos también el azúcar, la maicena y los huevos, y batimos con una varilla.
Vertemos la masa sobre la masa de red velvet en el molde. Y lo metemos en el horno. Podéis decorar la tarta con un poco de red velvet por encima.
Pasados al menos 40 minutos podemos ir probando si ya está lista con un tester. Cuando salga limpio la sacamos a la rejilla enfriadora y la dejamos enfriar nuestra red velvet cheesecake antes de desmoldar.
Y ya tenemos lista nuestra original red velvet cheesecake. Os pongo también una foto del corte para que veáis como quedó por dentro. Al mezclarse con el queso el red velvet perdió intensidad en el color, pero aún así quedó riquísima esta combinación tan curiosa.
Besitos y hasta la próxima, hoy me despido de vosotros cucharilla en mano ;). Have a sweet day!!!
